La educación: caótica como la vida misma #reinv2010
sábado, 4 de septiembre de 2010Posted by
Salomón Rivero López
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En la mayoría de las ocasiones no podemos evitar sentir frustración al contemplar cómo las mayoría de los sistemas educativos del mundo centran sus mayores esfuerzos en la enseñanza de certezas, de saberes absolutos que poco tienen que ver con la realidad de nuestro tiempo, y es que en definitiva la educación forma parte integral de la vida misma y, más aun, es la responsable directa de formar a las generaciones presentes y futuras para vivir y convivir en este mundo, sin embargo, las líneas rígidas que se derivan de la administración educativa en todos niveles sólo logran un transitar educativo aislado de la realidad.
A pesar de esto, la misma realidad a la que se hace referencia indica que la educación de nuestros jóvenes ha dejado de ser exclusividad de la escuela y la universidad... La educación hoy tiene lugar en escenarios antes insospechados sobre todo a partir del auge de la llamada filosofía "web 2.0". Y el asunto no queda sólo en el hecho de que la educación sea cotidiana y multiescenarios, sino que nuestros jóvenes, sin ayuda de la escuela, se van dando cuenta poco a poco de la transitoriedad de los saberes, de la importancia de permanecer atentos a los detalles aparentemente más pequeños, porque un ligero cambio en alguno de ellos puede desencadenar una total transformación en todo aquello que hasta ahora veía como una certeza.
De esta forma, notamos que aun cuando la escuela no se dé por enterada, los jóvenes sí están asumiendo la educación como un proceso que se da a lo largo de toda la vida y que, como la vida misma, es un fenómeno sociocultural que vive en el caos y se alimenta de él... Lo más importante de todo es que nuestros jóvenes están aprendiendo que el caos, lejos de ser un obstáculo, constituye una oportunidad para crecer, para reinventarse diariamente y para percibir el mundo con visión de totalidad, y no simplemente como un conjunto de fragmentos aislados e independientes... Esperamos llegar al día en el cual los mismos estudiantes se encarguen de encabezar la transformación de la escuela hacia una institución que vaya de la mano con el mundo mismo... Mientras tanto, es bueno saber que sí hay docentes con el deseo e impulso para transformarse y, con ello, reinventar la educación formal.
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